Yo hace ya unos días que me metí en la cocina a preparar mi dulce de membrillo. Para mí y para diversas personas que conozco prepararlo se ha convertido en una especie de ritual otoñal. Las cocinas huelen especialmente a caramelo y se impregnan de los recuerdos y anécdotas que se van sumando año tras año. En muchas casas aprovechan la producción casera de huertos particulares o de amigos, y en otras se compran las frutas compradas en el mercado. En cualquier caso ésta es una de esas recetas ancestrales que han ido pasando de generación en generación y que se han convertido en un clásico que ha podido incorporarse en recetarios más modernos. Porque el dulce de membrillo está riquísimo sólo o con pan, pero en cuántos restaurantes lo están sirviendo acompañando carnes, ensaladas e incluso salsas como el allioli.
Hoy, aprovechando que tanta gente está de puente y puede disfrutar de más horas de ocio, quiero proponeros un postre, clásico entre los clásicos, queso con membrillo. Y para presentarlo os sugiero 2 posibilidades.
En cuanto a la receta quiero aclarar que el membrillo es una fruta que prácticamente no contiene azúcar y es por eso por lo que se le pone tanto azúcar, aunque como cada uno tiene sus gustos quiero deciros que mi receta hay que leerla a modo de guía pero que, una vez en la cocina, cada uno lo prepare a su gusto con más o menos azúcar, limón, especias...
También quiero recordaros que tengáis precaución a la hora de prepararlo ya que durante la cocción suele saltar mucho y puede producir quemaduras. Lo ideal es remover con guantes y manga larga.
¡¡¡Espero que os animéis y os lo paséis igual de bien en la cocina como en la mesa!!!
DULCE DE MEMBRILLO
1 y ½ Kg. de membrillo
½ kg. ó 750 gr. de azúcar (al gusto)
Pelar los membrillos, retirar el corazón y rallarla o cortar la pulpa a octavos.
Disponer los corazones y las pieles en una bolsita de cocción.
En una olla grande verter 1 vasito de agua, la carne de los membrillos y la bolsita con las pieles.
Calentar a fuego medio y añadir el azúcar cuando rompa a hervir.
Retirar la bolsa de las pieles a los 20 minutos de cocción y continuar cocinando otros 10 o 20 minutos más, removiendo con cuchara de madera todo el tiempo.
Apagar el fuego, distribuir en moldes y dejar enfriar.
MILHOJAS DE QUESO CON MEMBRILLO
200 gr. de queso (manchego, idiazábal, cabrales, fresco…)
200 gr. de dulce de membrillo
Mermelada de moras, frambuesa… (opcional)
Agua
Cortar el queso y el membrillo en triángulos iguales y colocarlos intercalados.
En un cazo al fuego o el microondas diluir la mermelada con un poquito de agua.
Servir los milhojas acompañados de la salsa.
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